Con el afán de adentrarnos en el
mundo del queso hicimos una búsqueda exhaustiva de queserías y centros
productores del mejor queso artesano, tanto en la Comunidad Valenciana como en
las provincias limítrofes. La búsqueda nos llevó a Villarejo de Periesteban,
una población que si bien no habíamos visitado nunca, si nos era familiar por
estar señalizada en la autovía que los valencianos utilizamos para desplazarnos
al centro de la Meseta.

Nuestro primer contacto es una
amable señorita que está en la tienda que tienen para atender a los visitantes y que funciona como tienda de ultramarinos también. La simple
estancia en la misma nos hizo remontarnos a nuestra infancia, en la que todavía pudimos
conocer estas tiendas en las calles y plazas de nuestra Ciudad, y a las que
íbamos casi diariamente a realizar los recados que nos mandaban nuestras
madres. Nos presentamos y enseguida vino el Sr. Marino Saiz, que nos explicó
amablemente las variedades de quesos y las posibilidades de transporte que
había.
Elaboran sus quesos con recetas propias
que expresan el paisaje y la tierra que les rodea. Su gama de productos es muy
amplia y selecta, adaptándose a las nuevas necesidades del mercado. Su materia
prima es de la mejor calidad y elaboran de forma tradicional los quesos
artesanos con leche cruda de oveja, cuajo y sal.


Fue un descubrimiento en toda regla,
y eso que habíamos intentado recopilar información de aquella bonita población
conquense, pero una vez más se demuestra que internet no lo sabe todo. Aquella
muestra museistica era digna de ser un referente cultural no solo en Villarejo
de Periesteban, sino en Cuenca y en toda Castilla-La Mancha. Sirvan estas
líneas como llamamiento a las instituciones para que no dejen perder esta
oportunidad de mostrar esta colección y así compartir con los visitantes y
turistas una parte de su historia.
Fue un gran rato que puso un broche
final con nota a nuestra visita a Villarejo de Periesteban y más concretamente
a Quesos Saiz, donde Marino nos recibió amablemente y donde esperemos nazca una
estupenda relación comercial y personal.
Francisco Gimeno Miñana