viernes, 5 de agosto de 2016

Visita a Quesos Saiz (I)

            Con el afán de adentrarnos en el mundo del queso hicimos una búsqueda exhaustiva de queserías y centros productores del mejor queso artesano, tanto en la Comunidad Valenciana como en las provincias limítrofes. La búsqueda nos llevó a Villarejo de Periesteban, una población que si bien no habíamos visitado nunca, si nos era familiar por estar señalizada en la autovía que los valencianos utilizamos para desplazarnos al centro de la Meseta.

            Una vez abandonada la A-3, circulando por una carretera secundaria, el camino nos lleva a Villarejo de Prestaban, y aún fuera de su casco urbano pudimos observar un gran letrero anunciando Quesos Saiz, nuestro objetivo. Entramos en la población y a través de unas estrechas calles llegamos al centro productor de Quesos Saiz, desconocido para el grupo de e-gastronomia y de la que solo sabíamos que era una empresa familiar que viene desarrollando su actividad en el sector lácteo desde 1980. Sus orígenes están ligados al pastoreo y a la producción de leche y queso, manteniendo el sistema de producción artesanal de antaño, aunque con una maquinaria más sofisticada, más moderna y mediante un proceso productivo más arduo.

            Nuestro primer contacto es una amable señorita que está en la tienda que tienen para atender a los visitantes y que funciona como tienda de ultramarinos también. La simple estancia en la misma nos hizo remontarnos a nuestra infancia, en la que todavía pudimos conocer estas tiendas en las calles y plazas de nuestra Ciudad, y a las que íbamos casi diariamente a realizar los recados que nos mandaban nuestras madres. Nos presentamos y enseguida vino el Sr. Marino Saiz, que nos explicó amablemente las variedades de quesos y las posibilidades de transporte que había.

            Elaboran sus quesos con recetas propias que expresan el paisaje y la tierra que les rodea. Su gama de productos es muy amplia y selecta, adaptándose a las nuevas necesidades del mercado. Su materia prima es de la mejor calidad y elaboran de forma tradicional los quesos artesanos con leche cruda de oveja, cuajo y sal.

            Nos dieron a conocer todas las variedades, Ovejita Blanca Tierno, Ovejita Blanca Semicurado, Ovejita Semicurado Artesano, Ovejita Curado artesano, Ovejita Curado al Romero, Ovejita curado en Manteca, Ovejita Curado en aceite, Manchego Semicurado Saiz, Manchego Curado Sanz, Tierno de Mezcla, Semicurado de Mezcla, Semicurado de Cabra y el de Demoninacion de Origen Machego, un queso artesano, graso, elaborado exclusivamente con leche de oveja de la raza Manchega y con una maduración mínima de 60 días, fabricado con leche cruda procedente de ganaderías ubicadas en los términos limítrofes a Villarejo de Periesteban.

            Cuando ya creíamos finalizada la visita, Marino Saiz quiso descubrirnos una pasión que le lleva años de dedicación, su propio Museo. Y es que en una casa de tres plantas Marino había hecho un verdadero museo etnológico donde mostraba los aparejos del campo, los instrumentos y recipientes con los que trabajar para elaborar aquellos productos lácteos como el queso, así como conocer utensilios que formaban parte del mobiliario doméstico de principios de siglo, aperos de labranza y otros útiles característicos de una forma de vida y de trabajo en el campo de la comarca (forma de elaboración del pan tradicional, recolección de la miel, etc.).

            Fue un descubrimiento en toda regla, y eso que habíamos intentado recopilar información de aquella bonita población conquense, pero una vez más se demuestra que internet no lo sabe todo. Aquella muestra museistica era digna de ser un referente cultural no solo en Villarejo de Periesteban, sino en Cuenca y en toda Castilla-La Mancha. Sirvan estas líneas como llamamiento a las instituciones para que no dejen perder esta oportunidad de mostrar esta colección y así compartir con los visitantes y turistas una parte de su historia.

            Fue un gran rato que puso un broche final con nota a nuestra visita a Villarejo de Periesteban y más concretamente a Quesos Saiz, donde Marino nos recibió amablemente y donde esperemos nazca una estupenda relación comercial y personal.

Francisco Gimeno Miñana

Museo del Aceíte de Segorbe

    En nuestro afán por conseguir de e-gastronomia una tienda on line referente, visitamos la ciudad de Segorbe, una población de la provincia de Castellón, con mucha historia y que guarda en sus calles el sabor de un gran pasado. Segorbe, cabeza de la comarca, con sede episcopal y famosa internacionalmente por sus entradas de toros en la primera semana de septiembre, alberga un museo del aceite, producto de mucha calidad de la Sierra de Espadan. El museo, regentado por Jose Luis y Teresa, los impulsores de Belluga Gourmet, combina las dos funciones de exposición publica y permanente donde se ofrece al visitante todo los relacionado con el aceite; y la puramente comercial, donde se pueden adquirir excelentes productos oleícolas y propias de la mas depurada artesanía gastronómica.

    La primera sensación cuando entras en Segorbe es de estar en una pequeña capital, el visitante es recibido por la parte moderna de la Ciudad, con calles amplias y avenidas que dan fluidez al trafico urbano. A medida que vamos adentrándonos, observamos como va apareciendo la parte señorial y monumental segorbina, el Ayuntamiento con su plaza, la Catedral, el monumento a la entrada de los toros, la muralla, y poco a poco las angostas, casi medievales calles de la parte antigua, van cogiendo inclinación para llevarnos a la parte alta de la Ciudad, hasta la plaza de Belluga, donde descubrimos el Museo del Aceite, en el edificio histórico del mismo nombre, que alberga un moderno centro de interpretación sobre el conocido oro liquido del que tenemos constancia desde hace 7000 años.

    Entramos en el mismo, saludamos y directamente nos llevan a la pequeña tienda que hay en el edificio. Las estanterías nos ofrecen los productos de un aceite selecto, bien presentado, visualmente agradable que despierta nuestro interés. Productos elaborados de manera artesanal, totalmente naturales, sin conservantes, ni colorantes artificiales. Distintos formatos para comercializar el oro liquido, lata con un recuerdo a otros tiempos y cuya presentación la tenemos en dos y en cinco litros, una botella verde con aire moderno, estilizada, la clásica botella de plástico………. y así una variedad de recipientes para vender el aceite de Belluga Gourmet. De igual manera, nos encontramos con pates y mermeladas, realizados por ellos, así como productos cosméticos que según nos cuentan, tienen una gran aceptación en el mercado. Toda esta exposición de gastronomía selecta y gourmet, se completa con productos artesanos como cervezas y mermelada, que si bien no son de producción propia si que reúnen la calidad suficiente como para estar en esta tienda.

    Es inevitable la compra de algunos productos, siguiendo nuestra máxima de probar todo lo que vendemos, aceites, pates y mermeladas engrosar una buena compra.

     Ya después si, realizados los tramites comerciales, pudimos recorrer el Museo, saber que la palabra aceite proviene del árabe azzáyt, el jugo de la aceituna, y éste del arameo zaytā, conocer los orígenes greco-fenicios del comercio del aceite y como se ha convertido en un símbolo del Mediterraneo, la forma en que se ha desarrollado y como se ha realizado la producción. Paneles informativos hablando de la recolección, textos donde se nos aclara el sabor del aceite, mezclado con las nuevas tecnologías que nos presentan en formato audiovisual y en pequeñas pantallas táctiles todo lo relacionado con el aceite, prensas en las que la aceituna era exprimida, tinajas donde se almacenaba el aceite, fotos de monumentales olivos, de la zona y del resto de la Península, recordándonos como este árbol que puede llegar a tener monumentales dimensiones ha sido y es generoso con el hombre ya que su fruto sirve para alimentar el organismo, sazonar los alimentos, curar y alumbrar………….. un gran trabajo didáctico, y un planteamiento extraordinario desde el Ayuntamiento de Segorbe, para pode mostrar, explicar y dar a conocer, aún mas si cabe, la calidad e idoneidad de uno de los mejores aceites del mundo, el de la Sierra de Espadan.


    Nuestra visita no podía culminar sin tener el placer de saborear una buena cerveza artesana  en la misma plaza Belluga, donde si no aparece algún vehículo, se tiene la sensación de que el tiempo haya parado y se haya tomado un descanso en un Segorbe que combina su pasado con su presente a la perfección.

Francisco Gimeno Miñana

Pinceladas sobre el origen del Queso (I)



    De misterioso origen, no podemos datar con exactitud la aparición del queso en la vida del hombre. Tenemos que acudir a los estudios derivados de las excavaciones arqueológicas, para indicarnos que 6000 años antes de Cristo ya había queso en la dieta humana. 

    Cuando la ciencia no nos proporciona los datos exactos, tenemos que basarnos en la leyenda, la cual nos muestra el queso como un manjar regalado por los dioses del Olimpo, en la antigua Grecia; pero también nos da una imagen idílica de un pastor arabe para unos y un mercader egipcio para otros, que volviendo a su morada con la leche de ovejas dentro de una bolsa, hecha con la tripa de uno de sus corderos, tras caminar a pleno sol, abrió la bolsa y vio como la leche estaba cuajada, solida, hecha queso.

    Al principio, el queso se elaboraba con leche de cabra, oveja y de vaca y muy pronto se convierte en aun elemento importante de la dieta de casi todas las sociedades por ser un elemento nutritivo, natural, fácil de producir en cualquier entorno, permitiendo el consumo de leche más nutritiva.

    En Tebas (antiguo Egipto), en la tumba de Ivy aparecen pinturas que ilustran la elaboración del queso. En Abydos, en la tumba del Emperador Aha (hacia el 3000 a.c) se localizaron unos jarrones de forma cilíndrica en cuyo interior había queso o mantequilla. La Biblia hace referencia al queso, cuando comenta la llegada del Rey David a Majanayim y explica como se le agasajó con trigo y cebada, harina, trigo tostado, habas y lentejas, miel y leche, quesos de oveja y de vaca, para que David pudiera alimentarse junto a su pueblo que lo acompaña. La otra referencia bíblica es parte de una oración de Job, cuando dice “hicistes que mi cuerpo se formara como se forma el queso al cuajarse la leche”.

    En cuanto a la palabra que le da nombre, decir que la primera fuente encontrada es de la familia indoeuropea, con su raíz “kwat”, que significaba “para fermentarse agría”. Tiene un origen griego en la palabra “fornos” que era el cesto para los quesos. De esta palabra griega derivarían el formage valenciano, el fromage francés, el formaggio italiano, el formatge catalán, el formadi friulano, el hormatge aranés. Las lenguas germánicas o anglo-sajonas incorporaron inicialmente “queso” con el nombre “kasjus” y posteriormente adoptaron el termino “kāse”, como en el alemán. El origen latino de la palabra proviene de “caseus” que significa “carer suerum o carece de suero raíz), de aquí se adoptará la palabra queso en español, cheese en inglés, queixo en gallego, queijo en portugués, quesu en bable. Y es que en la época romana se comenzó a nombrar como “formaticum” entre los legionarios y con el tiempo cada país lo adaptó a su lengua. 

    En el año 959 d.c, en el monasterio de Silos aparece una publicación bajo el titulo de “La noticia de Kesos”. En el Edad Media, las ordenes religiosas se convirtieron en importantes zonas de actividad agrícola y el queso adquirió importancia durante los días de ayuno, en los que se prohibía comer carne, por lo que se crearon diferentes tipos de queso, así aportaban variedad a su limitada dieta.

    También en la mundialmente famosa obra de Cervantes “Don Quijote de la Mancha” se hace referencia al pueblo de Tronchón, provincia de Teruel por ser muy bueno y ya entonces muy reputado el queso que allí hacían.

    Hasta la década de 1850 se utilizaba leche cruda para la elaboración del queso pero el micro-biólogo Louis Pasteaur descubrió la pasteurización, cambiando el proceso de elaboración del queso a partir de ese momento. Empezó a mezclarse leche de distinta procedencia y distintos rebaños para observar un producto homogéneo y disminuyó considerablemente el riesgo de aparición de organismos que pudieran estropear el proceso.

    En esta primer artículo hemos visto de un modo muy general algunas pinceladas sobre el origen del queso, en artículos posterior veremos como han ido apareciendo las diferentes variedades de queso, que también es interesante saberlo.


Francisco Gimeno Miñana


viernes, 26 de febrero de 2016

VALENCIA EN FALLAS


         Cada año, miles de turistas se quedan boquiabiertos ante los monumentos falleros, auténticas esculturas llenas de color e ingenio, que toman las calles de multitud de poblaciones del Reino de Valencia, desafiando a la gravedad y a la intemperie. Son cuatro días y cuatro noches de locura, toda una composición poética que utiliza para su métrica, toneladas de fuegos artificiales, desfiles continuos de falleras y falleros con su tradicional vestimenta, sones de los mejores pasodobles tocados por nuestros músicos, la por nuestra Patrona y el fuego purificador de la Crema,    convirtiendo esta Tierra en algo verdaderamente hermoso y deslumbrante.

            El termino Falla es una derivación de la palabra latina “Facula” que significa hacha, antorcha. Es una palabra mozárabe que aparece en escritos antiguos y en la lengua valenciana medieval.

            Concurso de arte, ingenio y buen gusto, las gigantescas figuras, conocidas como ninots, son ambiciosas construcciones, verdaderas obras de arte en las que muchos creadores invierten su tiempo con un final, mezcla de pena y euforia ante el retorcimiento de los colosos.

El origen de las fallas se remonta a los parot” de los carpinteros, una lampara de madera con la que iluminaban los talleres en invierno y que quemaban en la calle, la víspera de San Jose. Al principio les daban un aspecto humano adornándolos con trapos viejos, pero a mediados del S. XIX empezaron a aumentar su volumen y altura, mejorando sus formas y convirtiéndolos en monumentales muñecos decorativos. Era una fiesta vecinal, donde la falla era diseñada y construida por grupos de vecinos, los cuales no tenían por qué tener continuidad de un año para otro. Poco a poco, esos grupos se hicieron más estables en el tiempo, convirtiéndose en las comisiones falleras actuales. Es a finales del S.XIX cuando empiezan a organizarse mejor esos grupos de vecinos, incluso con cargos directivos, hecho que se consolida en las dos primeras décadas del S. XX.


            La realización de una falla es larga y compleja: primero un boceto, luego maqueta a escala que visualiza en tres dimensiones el desarrollo de una idea y por ultimo, construcción y montaje (primero la carpintería, luego el modelado y finalmente la pintura). En el pasado quedan los “ninots” de madera recubierta con paja y careta aplicada a una informe cabeza de tela. Después llegarían los ninots de cartón con cabeza y manos de cera, también vestidos con ropa, pero nueva y adecuada, hasta que se modelaron totalmente en cartón. En los últimos años ha sido sustituido por el poliuretano expandido (“suro blanc”). El conglomerado, en bloques y laminas de diferente grosor, no requiere modelado, ya que se talla directamente, economizando horas de trabajo.


Las fallas tienen carácter satírico sobre temas de actualidad. Presidida por una figura central de varios metros de altura, rodeada de numerosas figuras, de cartón piedra, poliestireno expandido y otros materiales inflamables, sostenidas por un armazón de madera y complementadas con unos carteles en lengua valenciana explicando el significado de cada escena, siempre con sentido crítico, satírico y con un objetivo: perecer bajo las llamas el 19 de marzo. La “cremà" es sacrificio y exaltación. Se destruye el trabajo de largos meses, como parte de un rito aceptado, que obliga a una futura superación. Los valencianos, quemamos, ante el asombro del mundo, miles de figuras en los que se estudió forma y color para dotarlas de intencionalidad, de un sentido vital replica del nuestro; se queman auténticos monumentos.

            En un curioso libro titulado El carácter del genio valenciano” de Vicente Franco, se afirmaba a finales del S. XVIII que “los valencianos son festivos, alegres, liberales, de claro ingenio…… y amigos del regalo”.

            Lo mejor de las fallas es verlas, olerlas, disfrutarlas, sentirlas y saborearlas, por ello lo ideal es que no te las pierdas, que veas los monumentos, la ofrenda de flores, los castillos, las “mascletas", los vestidos tradicionales, la música, saborees los clásicos buñuelos, puedas leer los “llibrets” de las Fallas y disfrutes de cada segundo inmerso en esta espectacular fiesta.

            En Manises, nuestra Ciudad, encontrarás once comisiones falleras (Falla Manises, Falla El Carmen, Falla Centre, Falla Pensat i Fet, Falla Trinquet, Falla Socusa “Foc i Festa”, Falla Nostra, Falla El Mercat, Falla Santa Felix, Falla San Francisco, Falla “Llum i Soroll”), once monumentos grandes y otros once infantiles que te ayudaran a introducirte en estos días cargados de pólvora, pasacalles y eventos festivos, culturales, gastronómicos y musicales.

Disfrutad de las Fallas, disfrutad del arte de los valencianos y llévaros un grato recuerdo de esta tierra valenciana.

¿Hi ha una estoreta velleta
per a la falla de Sant Josep,
del tio Pep…?


Francisco Gimeno Miñana.