Cada año, miles de turistas se
quedan boquiabiertos ante los monumentos falleros,
auténticas esculturas llenas de color e ingenio,
que toman las calles de multitud de poblaciones del Reino
de Valencia, desafiando a la gravedad y a la intemperie. Son cuatro
días y cuatro noches de locura, toda una composición poética que utiliza para
su métrica, toneladas de fuegos artificiales,
desfiles continuos de falleras y falleros con
su tradicional vestimenta, sones de los
mejores pasodobles tocados por nuestros
músicos, la Fé por nuestra Patrona y el fuego
purificador de la Crema, convirtiendo esta Tierra en algo verdaderamente hermoso y deslumbrante.
El termino Falla es una derivación de la palabra
latina “Facula” que significa hacha,
antorcha. Es una palabra mozárabe que aparece en escritos antiguos y en la
lengua valenciana medieval.
Concurso de arte, ingenio y buen
gusto, las gigantescas figuras, conocidas como ninots, son
ambiciosas construcciones, verdaderas obras de arte en las que muchos creadores
invierten su tiempo con un final, mezcla de pena y euforia ante el
retorcimiento de los colosos.
El origen de las fallas se remonta a
los “parot” de los carpinteros, una lampara de madera
con la que iluminaban los talleres en invierno y que quemaban en la calle, la
víspera de San Jose. Al principio les daban un aspecto humano adornándolos con
trapos viejos, pero a mediados del S. XIX empezaron a aumentar su volumen y
altura, mejorando sus formas y convirtiéndolos en monumentales muñecos
decorativos. Era una fiesta vecinal, donde la falla era diseñada y construida
por grupos de vecinos, los cuales no tenían por qué tener continuidad de un año
para otro. Poco a poco, esos grupos se hicieron más estables en el tiempo,
convirtiéndose en las comisiones falleras actuales. Es a finales del S.XIX
cuando empiezan a organizarse mejor esos grupos de vecinos, incluso con cargos
directivos, hecho que se consolida en las dos primeras décadas del S. XX.
La realización de
una falla es larga y compleja: primero un boceto,
luego maqueta a escala que visualiza en tres
dimensiones el desarrollo de una idea y por ultimo, construcción
y montaje (primero la carpintería, luego el
modelado y finalmente la pintura). En el pasado quedan los “ninots”
de madera recubierta con paja y careta aplicada a una informe cabeza de tela.
Después llegarían los ninots de cartón con cabeza y manos de cera, también
vestidos con ropa, pero nueva y adecuada, hasta que se modelaron totalmente en
cartón. En los últimos años ha sido sustituido por el poliuretano expandido (“suro blanc”). El conglomerado, en bloques y laminas
de diferente grosor, no requiere modelado, ya que se talla directamente,
economizando horas de trabajo.
Las fallas tienen carácter satírico sobre temas de
actualidad. Presidida por una figura central
de varios metros de altura, rodeada de numerosas figuras, de cartón piedra,
poliestireno expandido y otros materiales inflamables, sostenidas por un
armazón de madera y complementadas con unos carteles en lengua
valenciana explicando el significado de cada escena, siempre con
sentido crítico, satírico y con un objetivo: perecer bajo las llamas el 19 de
marzo. La “cremà" es sacrificio y exaltación. Se destruye el trabajo de
largos meses, como parte de un rito aceptado, que obliga a una futura
superación. Los valencianos, quemamos, ante el asombro del mundo, miles de
figuras en los que se estudió forma y color para dotarlas de intencionalidad,
de un sentido vital replica del nuestro; se queman auténticos monumentos.
En un curioso libro titulado “El carácter del genio valenciano” de Vicente
Franco, se afirmaba a finales del S. XVIII que “los
valencianos son festivos, alegres, liberales, de claro ingenio…… y amigos del
regalo”.
Lo mejor de las fallas es verlas,
olerlas, disfrutarlas, sentirlas y saborearlas, por ello lo ideal es que no te
las pierdas, que veas los monumentos, la ofrenda de flores, los castillos, las “mascletas",
los vestidos tradicionales, la música, saborees los clásicos buñuelos, puedas
leer los “llibrets” de las Fallas y disfrutes de cada segundo inmerso en esta
espectacular fiesta.
En Manises, nuestra Ciudad,
encontrarás once comisiones falleras (Falla
Manises, Falla El Carmen, Falla Centre, Falla Pensat i Fet, Falla Trinquet,
Falla Socusa “Foc i Festa”, Falla Nostra, Falla El Mercat, Falla Santa Felix,
Falla San Francisco, Falla “Llum i Soroll”), once monumentos grandes
y otros once infantiles que te ayudaran a introducirte en estos días cargados
de pólvora, pasacalles y eventos festivos, culturales, gastronómicos y musicales.
¿Hi ha una estoreta velleta
per a la falla de Sant Josep,
del tio Pep…?
Francisco Gimeno Miñana.